Certificar los proyectos arquitectónicos ante una certificación sustentable como LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) o EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies) ofrece una serie de beneficios y ventajas tanto para los propietarios y desarrolladores de los proyectos como para el medio ambiente y la comunidad en general. Algunas de las razones por las que es conveniente obtener estas certificaciones son las siguientes:
Reconocimiento y prestigio: Obtener una certificación sostenible ampliamente reconocida como LEED o EDGE demuestra el compromiso del proyecto con la sostenibilidad y el desarrollo responsable. Estas certificaciones son bien valoradas en la industria y pueden diferenciar el proyecto, brindando una ventaja competitiva y aumentando su reputación.
Ahorro de recursos: Las certificaciones sostenibles fomentan prácticas eficientes en el uso de recursos como la energía, el agua y los materiales. La implementación de tecnologías y estrategias de ahorro conlleva una reducción en los costos operativos y un ahorro a largo plazo para los propietarios y usuarios del edificio.
Mejora del valor de la propiedad: Los edificios certificados como sostenibles suelen tener un mayor valor en el mercado inmobiliario. Los compradores y arrendatarios valoran los beneficios económicos y ambientales asociados con un edificio eficiente y sostenible.
Cumplimiento normativo: Algunas ciudades y países están adoptando regulaciones y normativas que incentivan o incluso exigen el cumplimiento de ciertos estándares de sostenibilidad. La certificación LEED o EDGE puede ayudar a cumplir con estos requisitos legales y facilitar los trámites burocráticos.
Reducción de la huella ambiental: Las certificaciones sostenibles promueven prácticas que reducen el impacto ambiental del proyecto. Esto incluye la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el uso eficiente de recursos y la minimización de la generación de residuos.
Bienestar y confort para los ocupantes: Los edificios sostenibles están diseñados para mejorar el bienestar y la comodidad de sus ocupantes. Esto incluye la optimización de la calidad del aire interior, el acceso a luz natural y espacios verdes, lo que tiene un impacto positivo en la productividad y la salud de las personas.
Contribución a la comunidad y el entorno: Los proyectos arquitectónicos certificados como sostenibles pueden tener un impacto positivo en la comunidad local. Al adoptar prácticas responsables y respetuosas con el entorno, se contribuye al desarrollo sostenible y se promueve un mayor sentido de responsabilidad social.
Innovación y liderazgo: Buscar la certificación sostenible impulsa la innovación en el diseño y construcción de edificios. Los proyectos que obtienen estas certificaciones suelen ser pioneros en el uso de tecnologías y prácticas sostenibles, liderando el camino hacia un futuro más responsable y consciente.
En resumen, certificar los proyectos arquitectónicos con estándares sostenibles como LEED o EDGE no solo brinda ventajas económicas, sino que también contribuye a la protección del medio ambiente, mejora la calidad de vida de las personas y fomenta el desarrollo responsable de la industria de la construcción. Es una forma concreta y efectiva de promover el desarrollo sostenible y el cuidado del planeta.